Recuerdo un verano en la Serena en el comedor de la casa de Carlos (el gran hermano), cuando Gustavo destacaba que ya había pasado los 50 años y le preocupaba resaltar que estaba impeque, yo lo miraba y no opinaba, pues me parecía raro que se preocupara por algo así. Creo que ahora lo entiendo, algo hay en los Cincuenta, sabemos que no es como antes, que las expectativas de vida con calidad hoy son mayores, pero algo hay.
Hay que caminar los días para internalizar y procesar esta nueva etapa.
Vamos por los Sesenta.
Muchas gracias a todos